Todo es un cambio constante, la rutina existe, pero no debe decirse que todo es así, ya que día a día tenemos algo diferente: un camino, un lugar, un sentimiento, una persona, una percepción de las cosas, una crítica, un pensamiento, una actitud distinta, entre muchas otras cosas que implican el ser.
Hoy pensando comprendí el valor del tiempo, lo que fue y ya no será, lo que no era y hoy día está aquí, lo que evolucionó y lo que no hace más que devolverse; leyendo igualmente entendí, lo diferente que puede estar uno después de un par de meses o días, lo que escribí antes y lo que pienso ahora, lo que me dijeron alguna vez y hoy es mentira; observando vi, todo lo que nunca fue verdad, todo lo que pasó y jamás creí que sucedería, todo lo que en este momento está y nunca imaginé que pasaría. También descubrí lo hermoso de un paisaje, de pararse un momento y dejar que todo se detenga por un instante, mirando más allá de las calles y solo ver el cielo.
Con respecto a las personas, vi a quienes valían la pena, a quienes solo necesitaban mi apoyo y a esos ángeles que me mandaron.
Deje entrar pensamientos, críticas, argumentos, recuerdos, anécdotas, entre otras cosas que nos permite la escucha. El aire en mi rostro me hizo sentir paz, tranquilidad, calma y me hizo entender que todo estaría mejor. Escribiendo sentí la plenitud al máximo, viendo la ayuda que brindaba, el apoyo que me daba a mí misma, la única forma de entenderme o de enredarme, ese don de las palabras que se me fue brindado. Viendo todo esto no pude hacer más que dar gracias a Dios por todo lo que me da, lo que me ha dado y por lo que me espera, le agradecí hasta lo más mínimo y eso seguiré haciendo…
Con ello pude darme cuenta que como todos, nadie es igual a nadie, ningún día es igual a otro, hoy estás triste, mañana estarás mejor; absolutamente todo se basa en pensar que las cosas estarán bien, ya que la mente tiene el poder absoluto sobre lo que nos pasa, nosotros somos los dueños de nuestra vida, pero cierta parte de nuestro camino está escrito y este no cambia porque es una lección necesaria para progresar y comprender algo que hace parte de nuestra misión en la vida.
Así que: piensa, lee, mira, escucha, siente, aprende, cambia, sé positivo… Y después de todo, para un instante y aprecia lo hermoso; entenderás que lo mínimo que se puede hacer será agradecer todo lo que se te brinda, hasta lo más pequeño…
En especial vive lo más feliz que puedas.
Realizado por: Laura Graciano
REFLEXIÓN JUVENIL
CONOCE A 'SAGA'
Jóven cantante de la Comuna 13